Las elecciones autonómicas y municipales celebradas el pasado 24 de mayo dan fe del debilitamiento del que está sufriendo el bipartidismo en España, si bien éste todavía determina en gran medida el panorama político a pesar de la fragmentación parlamentaria como consecuencia de nuevos partidos. La política de pactos entre partidos de un mismo espectro ideológico es ahora la llave que marcará la gobernabilidad en los territorios. Así, una eventual coalición entre el PP y Ciudadanos podría darles el gobierno en las comunidades de La Rioja, Castilla y León o Murcia. Por el contrario, una eventual coalición entre los partidos de izquierda podría resultar en gobiernos socialistas en Extremadura, Asturias, Aragón, Valencia, Baleares y Castilla-La Mancha. La previsible alianza de Ahora Madrid y PSOE para gobernar el ayuntamiento Madrid parece será la tónica general en el resto de España, es decir, la suma de esfuerzos por parte de la oposición para desbancar al PP del poder. Por el contrario, Cristina Cifuentes sí puede que sea elegida presidenta de la Comunidad de Madrid, pero ello dependerá de su capacidad de diálogo y flexibilidad con el resto de fuerzas políticas.
Aunque Mariano Rajoy descartaba cambios tanto en el gobierno como en el partido tras analizar los resultados en el Comité Ejecutivo Nacional, el miércoles en la sesión de control al gobierno en el Senado consideraba esta opción y pedía tiempo para ello.
En cuanto a las reflexiones post electorales del PSOE, Pedro Sánchez es consciente de que su partido ha sufrido un desastre en las ciudades, mientras que su electorado rural se ha mantenido.
Ciudadanos ha entrado en la mayoría de los parlamentos como tercera y cuarta fuerza y prosigue con su línea ascendente. Mientras Albert Rivera se congratula por los buenos resultados, su partido ha elaborado un texto de posicionamiento sobre acuerdos post electorales, que contiene duras condiciones en materia de transparencia y regeneración para permitir la gobernabilidad. Por el contrario, Pedro Sánchez delega en sus barones regionales la capacidad para articular dicha gobernabilidad.
1. El PP digiere los resultados de los comicios autonómicos y municipales. Fernando Garea opina en El País que Mariano Rajoy presume de resultados electorales y se reafirma en su política, pero deja la puerta abierta a cambios en la cúpula debido a presiones internas. Federico Castaño va más allá y añade en Voz Populi que es Alberto Núñez Feijóo quien lidera la revuelta contra Rajoy y exige el entierro definitivo del aznarismo. Marisol Hernández explica en El Mundo que el debate sucesorio en el PP ha repuntado no por falta de valoración de su líder, sino porque los barones opinan que con otro cabeza de cartel el resultado podría ser mejor. Por su parte, Sara Medialdea destaca en ABC la salida de tres barones: Alberto Fabra (Valencia), Luisa Fernanda Rudi (Aragón) y José Ramón Bauzá (Baleares).
2. El 24M refuerza el liderazgo de Pedro Sánchez. John García esgrime en ABC que Pedro Sánchez considera que el mandato de los electores es que “se tiene que abrir una etapa de cambio”, por lo que ya ha conversado con Pablo Iglesias y Albert Rivera para liderar dicha etapa. Juan Carlos Merino opina lo mismo en La Vanguardia y dice que Pedro Sánchez pretende liderar el cambio de escenario político abierto tras la selecciones del 24-M y la articulación de “gobiernos progresistas” en varias autonomías y ayuntamientos. Por su parte, Anabel Díez afirma en El País que los resultados del domingo hacen que Pedro Sánchez se sienta reforzado para ser candidato a la presidencia del Gobierno.
3. El papel de Podemos y Ciudadanos en los pactos postelectorales. Iñaki Ellakuria escribe en La Vanguardia que Ciudadanos rechaza pactos globales y “cheques en blanco” tanto al PSOE como al PP. Héctor San Juan escribe en El Mundo que pese a la idea previa de pacto entre Podemos y PSOE, el primero tantea en la Comunidad Valenciana y Baleares otros pactos sin contar con los socialistas. Por su parte, Marisa Ruiz apunta en ABC que los mayores logros de Podemos en los comicios no han sido bajo su marca, sino bajo candidaturas de unidad popular.