La pandemia de la Covid-19 ha revitalizado el debate sobre el alcance de las competencias de la UE en materia sanitaria. Ante la necesidad de una actuación coordinada para superar la crisis, la Unión Europea de la Salud se postula como el primer paso hacia una solución conjunta a escala comunitaria.
¿Qué es la Unión Europea de la Salud?
Durante el discurso anual sobre el Estado de la Unión presentado en septiembre de 2020, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, anunció su voluntad de construir una Unión Europea de la Salud como respuesta a una necesidad evidenciada por la pandemia: que la Unión Europea desempeñe un papel más activo en el ámbito de la salud pública. El 11 de noviembre de 2020, la Comunicación de la Comisión “Construir una Unión Europea de la Salud: reforzar la resiliencia de la UE ante las amenazas transfronterizas para la salud”, materializó dicha voluntad y presentó un paquete de medidas que incluyen:
- Adoptar un nuevo Reglamento sobre las amenazas transfronterizas graves para la salud. En esta linea, la Comisión, presentó su propuesta de Reglamento a finales del pasado año.
- Fortalecer el mandato de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
- Crear la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA). Como primer paso para su creación, el pasado 31 de marzo, la Comisión puso en marcha una consulta pública, cuyo plazo para enviar comentarios está abierto hasta el próximo 12 de mayo. Esta Autoridad es un elemento clave para reforzar la Unión Europea de la Salud gracias a una mejor preparación y respuesta de la UE a las amenazas transfronterizas graves para la salud al facilitar una rápida disponibilidad, acceso y aplicación de las medidas de respuesta necesarias.
Al hilo de lo anterior, en aras de seguir avanzando en el refuerzo competencial en temas sanitarios, la Comisión Europea, ha lanzado un programa de acción a en el ámbito de la salud, “UEporSalud 2021-2027 (EU4Health)”. El objetivo de este programa es la contribución de manera significativa a la recuperación posterior a la Covid-19 mediante la mejora de los niveles de salud de la población de la UE, así como el apoyo a la lucha contra las amenazas transfronterizas para la salud y el impulso de la preparación y la capacidad de la UE para responder eficazmente a futuras crisis sanitarias.
Tras el visto bueno del Consejo de la Unión Europea y la votación del programa por parte del Parlamento Europeo, el pasado mes de marzo, la Unión Europea anunció a principios de mes la entrada en vigor de EU4Health. A través de este novedoso programa, se invertirá 5.100 millones de euros, destinados a reforzar la resiliencia de los sistemas de salud y promover la innovación en el sector sanitario. Se trata del mayor programa de salud jamás ejecutado en términos monetarios, que proporcionará financiación a los países de la UE, las organizaciones sanitarias y las ONG. El plazo para enviar solicitudes de acceso a la financiación del programa se abrirá a lo largo de este año. En definitiva, este ambicioso plan, preparará el camino hacia una sólida UE de la Salud.
¿De dónde surge la idea de creación de la Unión Europea de la Salud?
La Covid-19, ha supuesto una crisis sanitaria sin precedentes a nivel mundial y ha mostrado las debilidades de la UE en materia sanitaria.
Desde el año 1997, con la firma del Tratado de Ámsterdam, la Unión Europea ha asumido un papel más destacado en materia sanitaria. Sin embargo, en términos generales, las competencias de la UE en el área de salud son muy limitadas y esta juega un papel de mero “asesor” en la mayoría de los temas: complementa las políticas sanitarias nacionales y apoya a los gobiernos de los Estados miembros para alcanzar objetivos comunes, compartir los recursos y superar las posibles adversidades que se presenten de manera común.
La falta de competencias de la Unión Europea en la mayoría de los ámbitos sanitarios ha dificultado y sigue dificultando la coordinación de las medidas de contención y prevención del virus. Esta situación de excepcionalidad se ha situado en el eje del debate comunitario desde el inicio de la pandemia, y una de las cuestiones que más han resonado en las instituciones de la UE, ha sido precisamente la necesidad de reforzar sus competencias en salud. Esto ha roto la tendencia de los últimos años en los que precisamente se hablaba de reducir o limitar aún más las competencias de DG SANTE. En el contexto actual, la Unión Europea de la Salud se ha convertido en un punto prioritario de la agenda comunitaria actual.
¿Qué impacto tendrá en la política sanitaria de los Estados Miembros?
Todas las iniciativas desarrolladas en el marco de la Unión Europea de la Salud se adoptarán por la vía del artículo 68 del Tratado de Funcionamiento de la UE, es decir, sin menoscabar las competencias de los Estados miembros en la materia. En este sentido, si bien la Unión Europea ha decidido retomar su presencia en la política sanitaria, ello no supone, por el momento, la ampliación del campo de acción reconocido por el Tratado. En definitiva, la sanidad es competencia de los Estados, pero con la creación de la Unión Europea de la Salud, lo que pretende la UE es optimizar la coordinación ante nuevas amenazas que pudieran aparecer y continuar fortaleciendo la colaboración entre todos los Estados miembros.