Foco Político: El proceso electoral del PSOE

Elecciones PSOE

El Nuevo proceso de elección del Secretario General del PSOE por los militantes

Tras el mal resultado alcanzado por parte del PSOE en las elecciones europeas del 25 de mayo de 2014, la actual Comisión Ejecutiva Federal (CEF) ha aprobado una novedad para la elección de los líderes del partido, que supone un cambio radical: la consulta previa a la militancia antes de la celebración del congreso federal. En cierto modo, este partido pasa de regirse por un modelo parlamentario para adoptar uno presidencialista.

Como respuesta a la notable caída en votos observada, el actual secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, elegido en el 38 Congreso Federal Ordinario de febrero de 2012, ha decidido convocar un Congreso Federal Extraordinario para los días 26 y 27 de julio, con el objeto de elegir una nueva dirección política que permita al PSOE recuperar posiciones no solamente frente al Partido Popular, sino también respecto de la creciente popularidad de viejas y nuevas fuerzas políticas a su izquierda (Izquierda Unida, Equo, Podemos). Rubalcaba ya ha dicho que no se vuelve a presentar para el cargo de secretario general.

La debilidad del sistema anterior

Hasta este momento, los que elegían al secretario general del PSOE eran el millar de delegados que participaban en el congreso federal mediante voto personal y secreto. Estos delegados eran previamente elegidos en congresos provinciales y regionales por los militantes mediante voto personal y secreto. Los delegados, al igual que los diputados, ejercen un mandato representativo, que no imperativo. En consecuencia, pueden o no anunciar al momento de su elección a quien piensan apoyar para secretario general en el congreso, pero tienen plena capacidad para cambiar su posición al respecto. Además, los delegados se eligen en listas cerradas y bloqueadas, y en un procedimiento multinivel enormemente complejo.

De esta descripción queda claro porqué el sistema actual no resulta satisfactorio para muchos militantes. Si por un lado pone en valor la representación política, por otro es evidente que no hay posibilidad de rendir cuentas ante los militantes de las decisiones tomadas en el congreso federal. Para que la elección por delegados tuviera sentido, habría que eliminar la elección multinivel, y los delegados tendrían que obligatoriamente anunciar a quién van a votar para secretario general y la votación tendría que ser pública. Alternativamente, la opción más simple es que el secretario general sea elegido directamente por todos los militantes mediante voto personal y secreto. Se pasaría así de un modelo parlamentario imperfecto a un modelo presidencialista.

El nuevo modelo: mayor participación

Para el próximo Congreso Federal Extraordinario se ha buscado una fórmula que no vulnera los estatutos, al menos formalmente. Se trata de realizar una consulta a los militantes mediante voto personal y secreto, tal y como se hizo en el Partido Socialista de Galicia, ante la demanda de mayor participación por los afiliados, asumiéndose que los delegados al congreso respetaran la voluntad expresada por la militancia. Se trata pues de un avance de calado en la democracia participativa dentro de los partidos políticos, y que se mantendrá para el futuro, no ya en forma de consulta, sino mediante su reconocimiento como verdadera elección en el marco de la reforma estatutaria que salga de este congreso federal.

Ahora bien, la fórmula de la consulta presenta algún riesgo, al menos para esta convocatoria. Como se ha dicho, los delegados no tienen por qué votar en el mismo sentido que los militantes. No es descartable que algunos delegados decidan replicar el voto de los militantes de su federación, donde puede haber prevalecido el segundo más votado. En cualquier caso en la federación gallega todo salió como esperado. Y aunque el secretario general tendrá que ser elegido formalmente en el congreso federal por los delegados en voto personal y secreto, es posible que cuando la mesa del congreso anuncie al pleno el ganador de la consulta, pida su elección por aclamación, solventando un hipotético choque de legitimidades.

Pero son más los beneficios. Elegir directamente al secretario general por los militantes no sólo le otorga mayor legitimidad, sino que también refuerza su capacidad de elegir de manera independiente a los miembros de la CEF ya que su elección no se ha debido al apoyo de los delegados de tal o cual federación y que en contrapartida esperan poder sentarse en los órganos federales. Por otro lado, también es cierto que si la legitimidad deriva directamente de los militantes el Comité Federal puede quedar algo desplazado en su labor de control de la CEF.

Es importante notar que cualquier miembro del PSOE puede presentarse a secretario general siempre que reúna al menos 10.000 avales de militantes. No es una cantidad despreciable, y al no existir tope, no es descartable que algún candidato o candidata intente acaparar un alto número para impedir que los adversarios lleguen al mínimo y así concurrir sin rivales.

Las funciones de los delegados bajo este nuevo sistema

¿Esto quiere decir que los delegados pasan a tener una función meramente ceremonial? No exactamente. Cuando el sistema se normalice y pase de consulta a elección, en buena lógica ya no corresponderá a los delegados votar al secretario general. Los delegados tienen también la importante función de elegir al resto de la CEF en lista cerrada y bloqueada (de hecho, técnicamente el secretario general aunque se elige individualmente y se le identifica como el líder del partido, es el secretario general de la CEF, la dirección política colegiada del PSOE), al Comité Federal (el órgano de control de la CEF, de alguna manera el parlamento del PSOE) así como de elaborar y aprobar las resoluciones políticas del congreso federal, es decir la línea política de la organización para los años venideros.

Nombramiento del candidato a presidente del gobierno

Asimismo hay que tener bien presente que aquel que salga elegido como secretario general con el voto de los militantes no será automáticamente el candidato del PSOE a la presidencia del gobierno, pues los estatutos contemplan la celebración de elecciones primarias abiertas al conjunto de la ciudadanía, a realizar en un momento posterior al congreso federal. No es descartable en tal caso que si el secretario general decide concurrir a las primarias y hay al menos un candidato o candidata alternativo, aquel sea derrotado, lo que desembocaría o bien una bicefalia o bien en un nuevo congreso extraordinario para que el candidato elegido pueda optar a ser el nuevo secretario general. Es importante señalar que la ex ministra Carme Chacón al anunciar su decisión de no presentarse por segunda vez a la secretaria general del PSOE, anunció asimismo su intención de presentarse a las primarias abiertas cuando fueran convocadas. Por tanto, es muy probable que este partido esté solo al principio del proceso de renovación del liderazgo, el cual pudiera no quedar saldado con la consulta a los militantes sobre el nuevo secretario general y el congreso federal extraordinario del 26 y 27 de julio de 2014.

Domènec Ruiz Devesa

Politólogo

9 de Junio de 2014

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