Ucrania, energía, defensa, recuperación económica y democracia conforman las prioridades de la Presidencia checa, que dará paso en 2023 a la Presidencia sueca y, tras ella, a la española.
La actualidad europea durante este mes de julio ha estado marcada por el inicio de la presidencia checa del Consejo de la Unión Europea. Presidencia que ha establecido cinco áreas prioritarias de actuación: hacer frente a la crisis de los refugiados y la reconstrucción en Ucrania; la seguridad energética; el refuerzo de las capacidades europeas de defensa y la ciberseguridad; la resiliencia estratégica de la economía europea y la resiliencia de las instituciones democráticas.
La situación provocada por Rusia en Ucrania liga todas estas prioridades entre sí. Por una parte, la Presidencia apoyará los esfuerzos comunitarios para defender la soberanía e integridad del país caucásico, a través de los programas europeos disponibles y del fortalecimiento de las sanciones si fuese necesario. Además, centrará su actividad en la reconstrucción del país tras la guerra, especialmente, con la restauración de las infraestructuras críticas.
Por otra parte, la diversificación de fuentes de energía, la será el pilar con el que la Presidencia checa quiere apoyar el abastecimiento energético del continente, en línea con la autonomía estratégica propuesta por la Comisión Europea y bajo la premisa de no depender de forma tan vital de aquellos países que amenazan la seguridad de la UE.
En este sentido, cabe destacar, además, que la nueva Presidencia colaborará con la OTAN para reforzar la UE en materia de defensa y ciberseguridad.
A nivel económico, y unido a la pandemia, la agresión rusa ha impulsado un aumento de la inflación y la incertidumbre en el mercado, así como la vulnerabilidad de las cadenas de suministro a nivel global, especialmente en las relacionadas con las tecnologías de la información, esenciales para impulsar las transiciones gemelas (verde y digital). Por ello, entre las prioridades de la Presidencia checa la conclusión de acuerdos comerciales, la cooperación transatlántica, acelerar la digitalización y automatización de la industria, promover la economía circular y profundizar el mercado interior, en particular de servicios y digital, jugarán un papel fundamental.
En línea con la anterior Presidencia francesa, fortalecer las instituciones democráticas es una de las líneas que la Presidencia seguirá durante su ejercicio, aprovechando el espacio de debate puesto en marcha con la Conferencia sobre el Futuro de Europa y haciendo especial hincapié en la participación de los jóvenes en este 2022 (Año Europeo de la Juventud).
Finalizada la Presidencia checa, será el turno de Suecia, país que cerrará el “Trío” conformado por ambos países y Francia. Los “Tríos” se establecieron en la Tratado de Lisboa para asegurar la colaboración de los países que ostenten la presidencia del Consejo a la hora de fijar objetivos a largo plazo y elaborar un programa común con los principales temas y asuntos de actuación.
Tras dicho trío, comenzará, el 1 de julio, la Presidencia española.
David Dopazo
Communications Officer de VINCES